Cuando se trata de elegir las sábanas debes pensar en el material, el estilo y el tamaño. Estos tres factores son sumamente importantes para tu bienestar general. Cada material te producirá mejor comodidad, pero al mismo tiempo, si sabes cómo cuidar de ellos alargará la vida útil de la sabana que compres.

Al mismo tiempo, el tamaño y el estilo pueden influir en tu estado de ánimo y calidad de sueño. 

¡Comencemos!

Factores decisivos en la compra de una sábana

Material: Trata de elegir sábanas con tejidos naturales ya que tienen una mejor transpiración, evitan alergias y al mismo tiempo le darán a tu dormitorio un gran estilo. Entre este tipo de material se encuentran el lino y el algodón o el algodón percal

Tamaños: Elegir el tamaño de tus sábanas sabiendo el largo, el ancho y también la altura es importante para que se ajuste bien a la cama y su colocación sea mucho más fácil, evitando que durante las noches se salga de su lugar y perturbe el sueño.

Estilo: Esto ya es una decisión basada en el gusto ¿Lisas o estampadas? Pero hablando desde el punto del proceso de fabricación, las sabanas lisas no contienen tantos químicos como las estampadas, al mismo tiempo su fibra y propiedades orgánicas no se ven alteradas. 

¿Cómo cuidar de ellas? 

Se sabe bien que cualquier ropa o sabana que se lave con agua fría va a durar más, pero lamentablemente esta temperatura no termina de eliminar a los ácaros o algunas bacterias que pueden estar en ellas. Por eso lo óptimo es una temperatura entre los 40° y 60°, evitando el uso de suavizantes. 

Si y No al lavar una sábana

NO

• No las laves en la lavadora junto a tejidos de punto, ya que las pelusas de la ropa se adhirieren a las sabanas. 

• Evita secarlas al sol directo porque terminarán quedando duras. 

• Cuidado de dejarlas mucho tiempo en la secadora porque esto puede dejar arrugas.

• Usar las mismas sabanas para todas las estaciones, se deben tener juegos de sábanas para primavera-verano y otras para otoño-invierno.

SI

• Lavar las sábanas nuevas antes de usarlas para que no sean tan rígidas.

• Planchar sabanas cuando estén un poco húmedas para poder eliminar mejor las arrugas.

• Tender las sábanas en un lugar ventilado, mejor si es en la sombra.

• Lavar las sábanas una vez por semana. 

Tipos de sabanas 

Sábanas de algodón: la mejor calidad (y más cara), tiene fibras extra-largas y duraderas.

Sábanas de algodón percal: el percal no es un material en sí, sino una técnica de tejido que aporta resistencia a la sábana y gran durabilidad sin perder suavidad.

Sábanas de algodón pima o supima: es un material de fibras medias a extra-largas discontinuas, conocido por su suavidad y brillo, y es un poco más asequible. 

Sábanas de lino: ideal para los climas cálidos, las sábanas de lino son algunas de las más caras, pero te durarán décadas.

Sábanas de satén: ultra-suave y brillante.

Sábanas sintéticas: económicas y resistentes a las arrugas. Son muy fáciles de planchar.

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